A los nuevos días...
Conocer a los demás es sabiduría, pero conocerse a sí mismo es sabiduría superior. Imponer su voluntad a los demás es fuerza, pero imponérsela a sí mismo es fuerza superior. Bastarse es la verdadera riqueza. Dominarse es el verdadero carácter.
Permanecer en su sitio hace durar mucho tiempo. Después de la muerte no cesar de ser es la verdadera longevidad.