York

Bernabé Galindo Díaz 
ha parido 80 gramos de sabor compacto:
agua, azucar, saborizantes autorizados...


Bernabé, en toda la Playa Ancha,
desde Levarte 779-781,
desde la Res. S.N.S. Nº 272,
un día 15 de enero del 2007.


Bernabé, a 18º C, 
durante un año,
y así cada año.


Eres, Bernabé, 
cada verano,
la pendeja bicolor 
sosteniendo su chupete helado.

Mem meh som

Qué bello es cómo se mece la quebrada y el cerro,
verlos mecerse a golpe de viento,
verlos mecerse en susurro y aullido.


Al soplo, una fiesta de verdes infinitos,
una fiesta de dorados y celestinos.
Al soplo, todo este baile, todo este canto,
todo ese don de mecerse, de sonreír en la simpleza.


Todo se mece: la espiga, el espino, ¡y los bichos!
¡salen disparados como serpentinas!
¡Y la tierra! ¡La tierra como polvo me entorpece ya la vista!
¡Aquí estoy! -me dice- ¡Aquí estoy!


Y medio ciega me mezo,
me mezo, me mezo, hasta doblar mi espina,
hasta alargar mis brazos.


Me mezo, dócil, ligera.
Me mezo, torpe y pequeña.
Me mezo, para tejer las sílabas primigenias.
Me mezo, al roce de tu ala, al cobijo de tu abrazo.
Me mezo, como una ola lactante.
Me mezo, me mezo, como tiempo de semilla, 
como tempo bajo tierra.


Me mezo,
y se mece conmigo el verdor de la quebrada.
A punta de cerro el chiflón por entre las rocas, por entre las ramas.
A punta de cerro mi voz de suspiro, mi voz tuya, 
mi voz de esta quebrada verde y de este cielo claro.