15 de julio de 2007

Parzifal de Richard Wagner / primera parte, acto I.

Sólo puedo decir, que es una de las composiciones musicales más hermosas que he escuchado en mi vida. Cala hondo, toma y lleva...



AMFORTAS...........................Gran Maestre de los Caballeros del Grial............................barítono.
GURNEMANZ.......................Caballero del Grial...................................................................bajo.
TITUREL...............................Antiguo Gran Maestre y Padre de Amfortas.......................bajo.
PARSIFAL.............................Muchacho Puro y Casto...........................................................tenor.
KLINGSOR............................Enemigo de los Caballeros del Grial.......................................bajo.
KUNDRY................................Sensual Mujer al servicio de Klingsor....................................soprano.


La acción se desarrolla en un lugar indeterminado de las montañas del norte de España, durante la Edad Media.







ACTO PRIMERO

(dominio y castillo del Grial, llamado"Montsalvat", con el paisaje de lasmontañas del norte de la Españagótica. Bosque de aspecto severo,pero no lóbrego. Hay un claro en elcentro de la escena. A la izquierda,un camino que asciende hacia elcastillo del Grial. Más allá el terreno desciende hacia una laguna. Amanece, Gurnemanz, vigoroso anciano, y dos escuderosadolescentes yacen dormidos al piede un árbol. Del lateral izquierdo,como si procedieran del castillo delGrial, llegan los sonidos de unas trompetas que tocan diana)
GURNEMANZ (Despertando a los escuderos)¡Ea! ¡Vamos! ¡Guardianes del bosque! ¡Guardianes perezosos!¡Levantaos, que ya ha llegado el día! (los escuderos se levantan) ¿No escucháis la señal? ¡Dad gracias a Dios por haberos permitido oírla! (Se arrodilla junto a ellos y rezan,en silencio, la oración de la mañana. En cuanto cesa el toque de las trompetas se levantan lentamente) ¡Vamos, muchachos, daos prisa!Id a ver si está preparado el baño. Es hora de que esperéis allí al rey. ¡Ya llegan los pajes que le preceden! (Entran dos caballeros) ¡Salve! ¿Cómo se encuentra hoy Amfortas? En temprana hora se dirige al baño. Las hierbas que Gawan con astucia y valor encontró para él espero que habrán mitigado su mal.
CABALLERO SEGUNDO ¿Eso crees tú, que todo lo sabes? El dolor le ha vuelto con más fuerza.Atormentado por el largo insomnio ha querido ser trasladado al baño con premura.
GURNEMANZ (Bajando tristemente la cabeza)Estamos locos al pensar que podemos calmar sus males. Buscad hierbas y filtros, pero nada hallaréis en todo el mundo. ¡Sólo hay un remedio, uno sólo!
CABALLERO SEGUNDO ¡Dínoslo, pues!
GURNEMANZ (Evasivamente)¡Cuidad del baño! (Los dos escuderos se han dirigido al fondo y desde allí miran hacia laderecha)
ESCUDERO SEGUNDO ¡Mirad allí! ¡La salvaje amazona!
ESCUDERO PRIMERO ¡Cómo sacude al viento sus trenzas,la diabólica mujer!
CABALLERO SEGUNDO ¡Ah! ¿Kundry aquí?
CABALLERO PRIMERO¿Nos traerá noticias?
ESCUDERO SEGUNDO Su animal vacila.
ESCUDERO PRIMERO ¿Acaso viene volando?
ESCUDERO SEGUNDO Al fin pisa la tierra.
ESCUDERO PRIMERO Sus crines fustigan la hierba. (Todos miran hacia el lateral derecho)
ESCUDERO SEGUNDO La salvaje se ha apeado de un salto. (Entra Kundry bruscamente, con traje muy corto y cinturón de piel deserpiente. Su cabellera negra flota enmechones desordenados. Su rostro esde color cobrizo y sus ojos, negros ypenetrantes, relampaguean de vez encuando con ferocidad. Se precipitahacia Gurnemanz y le fuerza a quecoja un frasco que le presenta.)
KUNDRY¡Toma! ¡El bálsamo! ¡Cógelo!
GURNEMANZ ¿De dónde lo has cogido?
KUNDRY Más lejos de lo que puedas imaginar.Si este bálsamo falla puedes jurar que Arabia no tiene nada para remediarle. No preguntes. (Se deja caer al suelo). ¡Estoy rendida!
(Aparece por la izquierda un cortejoformado por escuderos y caballeros,que acompañan y dan escolta a la litera donde yace Amfortas.Gurnemanz se aparta de Kundry y se dirige hacia los recién llegados.)
GURNEMANZ (En tanto que avanza el cortejo.)Ya viene, conducido por los nuestros. ¡Ay! Qué opresión siento en el alma al verle, en la flor de su edad viril,señor de tan gran linaje,siempre esclavo de su mal cruel.
(A los escuderos.) ¡Con cuidado! ¡Ved que el rey sufre! (Los escuderos se detienen y colocanla litera en el suelo.)
AMFORTAS (Incorporándose a medias.)¡Basta! Descansemos un poco. Después de una noche espantosa nace la aurora en el bosque. Las ondas del lago sagrado me traerán consueloy calmarán el dolor que la negra noche ilumina. ¡Gawan!
CABALLERO SEGUNDO ¡Señor! Gawan se ha marchado al ver que las hierbas, tan duramente logradas, carecían de virtud para ti, ha reemprendido su camino en busca de otro remedio.
AMFORTAS ¿Sin autorización? ¡Infringiendo las leyes del Grial!¡Ay de él si, por su audacia, cae en las redes de Klingsor! ¡Que nadie turbe mi paz!Espero al que me está predestinado. "Piedad engendra sabiduría"... ¿No era así?
GURNEMANZ Así nos lo dijiste.
AMFORTAS" ... en el necio casto". Creo reconocerlo...para mí será la muerte.
GURNEMANZ (ofreciéndole el frasco que antes ha recibido de Kundry.)Mas antes, prueba aún este bálsamo.
AMFORTAS (Mirando el frasco.)¿De dónde procede este jugo?
GURNEMANZ Lo han traído de la Arabia para ti.
AMFORTAS ¿Y quién lo obtuvo?
GURNEMANZ Allí está, la mujer salvaje. ¡Eh! ¡Kundry! ¡Acércate! (Kundry se niega y sigue en el suelo.)
AMFORTAS ¿Tú, Kundry? ¿Debo darte de nuevo las gracias, sirvienta infatigable? ¡Pues bien! Probaré todavía este bálsamo para agradecer tu constancia.
KUNDRY (Agitándose inquieta, tendida en el suelo.)No me des las gracias. ¡Ja, ja! ¿Crees que te servirá de algo?¡Vete hacia el baño! (Amfortas hace una señal parareemprender la marcha. El cortejo sealeja hacia el fondo. Gurnemanz, quelo sigue con la mirada, y Kundry, aúnpostrada, permanecen en la escena.Los escuderos van y vienen.)
ESCUDERO TERCERO (Un hombre joven.)¡Eh! ¡Tú!¿Por qué yaces aquí como un animal?
KUNDRY ¿No es aquí sagrado, un animal?
ESCUDERO TERCEROSí. Pero no estoy seguro que tú lo seas.
ESCUDERO CUARTO (Hombre joven también.)Temo que con sus mágicos filtros,nuestro señor haya perdido la saludpara siempre.
GURNEMANZ ¿Os ha hecho ella daño alguna vez? Cuando nada sabemos de los hermanos que luchan lejos¿quién sino ella, corre de un lado a otro y rauda regresa mensajera afortunada?¿Acaso la mantenéis? ¿Se mezcla con vosotros? Nada de común tenéis con ella. Pero cuando llega el peligro y necesitamos ayuda surca los aires con celosin ni siquiera pedir agradecimiento. Creo que si eso es un delito sacáis de él mucho provecho.
ESCUDERO TERCERO Pero ella nos detesta...¿No ves cómo nos dirige una mirada de desprecio?
ESCUDERO CUARTO ¡Es pagana y bruja, además!
GURNEMANZ Sí, está maldita, ciertamente. Vive ahora aquí... y quizás de esta forma expía errores de otra vida reencarnada y aún no castigada. Hace penitencia con estas obras beneficiosas para nuestros caballeros. De esta forma, con su recto proceder, sabe hallar nuestro bien y el suyo.
ESCUDERO TERCERO ¿Pero no son también sus culpas las que tantos males nos acarrean?
GURNEMANZ (Recordando)Sí, cuando estaba lejos de nosotros nos acaeció más de una desgracia. Hace tiempo que la conozco, pero Titurel la conoció mucho antes.
(A los escuderos) Cuando consagraba nuestro castillo la encontró, dormida, como muerta.De esta forma la encontré yo también cuando sobrevino la calamidad que aquel malvado, de más allá de las montañas,lanzó arteramente contra nosotros.
(A Kundry) ¡Eh, tú! Atiende y dinos: ¿por dónde te guiaba tu impulso cuando nuestro rey perdió su lanza? (Kundry mantiene silencio.) ¿Por qué no nos prestaste ayuda?
KUNDRY : Yo... nunca ayudo.
ESCUDERO CUARTO Ella misma lo dice.
ESCUDERO TERCERO Si es tan fiel y entusiasta, ¡mándala a recuperar la perdida lanza!
GURNEMANZ (Sombríamente.)Eso es distinto, nos está prohibido a todos. (Con profunda emoción.) ¡Oh maravillosa, querida,sagrada lanza! ¡Que yo haya podido verte en manos impías! (Perdiéndose en sus recuerdos.) Armado con ella, Amfortas, demasiado intrépido...¿quién pudo protegerle contra el autor de los maleficios?Cerca del castillo lo vimos perderse.Lo cautivó una mujer,terrible y de gran belleza,embriagándole con sus abrazos.La lanza resbaló de entre sus manos... ¡Un grito mortal! Acudí como el rayo en tanto que Klingsor escapaba riendo con la sagrada lanza en sus manos.Cubrí la retirada al rey que escapaba,mas una herida sangraba en su costado,herida grave, que nada pudo cerrar.
ESCUDERO TERCERO (A Gurnemanz.)Así pues, ¿viste a Klingsor?
GURNEMANZ (A los escuderos que este momento regresan)¿Qué tal se encuentra el rey?
ESCUDERO PRIMERO El baño le calma.
ESCUDERO SEGUNDO El bálsamo disminuye su fiebre.
GURNEMANZ (En un aparte.)Herida grave que nada puede cerrar. (Los Escuderos tercero y cuarto se han sentado a los pies deGurnemanz. Los otros les imitan. Se hallan todos debajo de un árbolcorpulento.)
ESCUDERO TERCERO Cuéntanos, padre, todo lo que sepas. ¿Viste a Klingsor? ¿Cómo pudo ser?
GURNEMANZ Titurel, el piadoso héroe, lo conoció bien.Cuando el vil pagano, astuto y fuerte,ultrajaba el reino de los creyentes,en la noche vio descender los ángeles que del cielo traían, como un mensaje,sagradas reliquias, emblemas de la Pasión.El Cáliz Sagrado de la Última Cena,que en la Cruz recogió la Sangre Divinaasí como la lanza que la vertió.Tales recuerdos sagrados, en custodia,a nuestro rey le fueron dados.Edificó un templo para las reliquias.Los que acudisteis a su serviciopor sendas que el pecador desconocebien sabéis que sólo los purospodrán juntarse un díaa los hermanos que, para traer la salvación a los hombres,fortalece el Grial con su virtud.Klingsor, por sus actos,se ha visto privado de todo elloa pesar de sus obstinados esfuerzos...Vivía solitario en el vallecerca de la tierra de los paganos.No sé cuales fueron sus pecados,pero quiso purgarlos y vivir santamente como ermitaño...Sin voluntad para dominarse, pecó por su propia manoy hacia el Grial se dirigió,pero el santo guardián lo rechazó.Entonces la ira enseñó a Klingsorque con el acto vil de mutilarsepodía aprender malignos hechizos...Convirtió su desierto en jardín mágicodonde moran hermosas mujeresesperando a los caballeros del Grialpara darles placeres condenablesy causarles luego, infernales horrores.El seducido se convierte en esclavo.Muchos de los nuestros han caído así.Cuando Titurel, cansado por los años,eligió a su hijo Amfortas por sucesor,quiso, a cualquier precio,poner término al maligno hechizo.Ya sabéis lo que ocurrió luego:la lanza cayó en manos de Klingsor.Con ella puede herir a los santos y quizás, algún día ,apoderarse del Grial.
(Kundry se ha vuelto en variasocasiones, nerviosa e inquieta)
ESCUDERO CUARTO ¡Es necesario que la lanza vuelva a nosotros!
ESCUDERO TERCERO ¡Ah! ¡Quien lo lograra tendría gloria y fortuna!
GURNEMANZ Ante el templo expoliado se postra Amfortas con fervor, suplicando un signo de gracia. Entonces emana del Grial una luz divina y una sagrada aparición le habla de esta manera:"El necio casto, iluminado por la compasión,sabrá esperar a mi elegido".
LOS CUATRO ESCUDEROS (Con emoción.)"El necio casto, iluminado por la compasión..." (De las proximidades del lago lleganllamadas y gritos. Gurnemanz y loscuatro escuderos se levantan y miranasustados.)
ESCUDEROS¡Ay! ¡Ay!
CABALLEROS ¡Eh! ¡Eh!
ESCUDEROS ¡Aquí!
CABALLEROS ¿Quién es el malhechor?
(Por el lado del lago aparece volandocon dificultad, un cisne salvaje.)
GURNEMANZ ¿Qué ocurre?
ESCUDERO CUARTO ¡Allí!
ESCUDERO TERCERO ¡Aquí!
ESCUDERO SEGUNDO ¡Un cisne!
ESCUDERO CUARTO ¡Un cisne salvaje!
ESCUDERO TERCERO ¡Está herido!
CABALLEROS, ESCUDEROS ¡Ay pobre! ¡Ay pobre!
GURNEMANZ ¿Quién le habrá herido?
(El cisne cae pesadamente al suelo.El caballero segundo le arranca unasaeta del pecho.)
CABALLERO PRIMERO El rey recibió como buen presagio el vuelo del cisne por encima del lago,cuando de pronto una saeta... (Llegan otros caballeros y escuderosconduciendo a Parsifal.)
CABALLEROS ¡Él fue! ¡Él fue!
ESCUDEROS ¡Lo mató él!¡Aquí está el arma.! (Muestran el arco de Parsifal.)
CABALLERO SEGUNDO (Mostrando la saeta.)¡Y he aquí el dardo igual a los suyos!
GURNEMANZ (A Parsifal.)¿Eres tú quien mató al cisne?
PARSIFAL, ¡Cierto! Lo cacé cuando volaba.
GURNEMANZ ¿Tú hiciste esto? ¿Y no te arrepientes?
CABALLEROS, ESCUDEROS¡Castiga al impío!
GURNEMANZ ¡Inaudito crimen!¿Cómo pudiste matar en este sagrado recinto,donde todo es paz a tu alrededor?¿Acaso no son mansas las bestiasy no acudían a ti dócilmente?¿Qué te hizo el cisne fiel?Volaba en busca de su compañerapara surcar con ella sobre el lagoy consagrar así sus nobles aguas.¿No te contuvo esto? ¿Sólo buscaste, cruel muchacho,el placer de disparar tu arco?El que fue nuestro cisne querido, ¿Qué es ahora? ¿No te das cuenta? Lo has matado, su sangre se coagula y cuelgan sus alas...Su blanco plumaje has manchado.Se enturbian sus ojos; contempla su mirada.
(Parsifal ha escuchado hasta aquí aGurnemanz con creciente emoción.De pronto, rompe el arco y tira las saetas lejos de él.) ¿Te das cuenta de tu error? (Parsifal cubre sus ojos ) ¿Confiesas, muchacho, la gravedad de tu culpa? ¿Cómo pudiste cometerlo?


Sentido del ser y quién creo el mundo

"La pregunta que interroga por el sentido del ser es la más universal y la más vacía"
.-Martin Heidegger.
"-¿Quién creó el mundo? Nadie lo sabe. Ni el mismo Brahma en el alto cielo lo sabe. Algo desconocido sucedió. Y nació el mundo. ¿Quién alteró la quietud de la nada, la paz de Dios? Tal vez ella, la Esposa, lo femenino eterno, el Brahma femenino.
-Maestro, ¡quién creó el mundo? ¿Quién nos puso en este apuro?
-Digo que ni el mismo Brahma pareciera saberlo. Una fuerza equívoca ha intervenido. En un tiempo muy lejano, sin embargo, existieron unos seres que lo supieron. Ellos lograron situarse al margen del círculo, alterando el juego fatal de las leyes. Desintegraban este mundo y creaban otro, por medio de un secreto conocimiento que les permitió penetrar el principio equívoco. No aspiraban a la fusión última, en un éxtasis supremo, sino a la separación definitiva, a la última soledad. Estos seres fueron los Sidhas. Vivieron en dos ciudades en los Himalayas: Agarthi y Shampula. Para entrar en ellas hay que seguir un camino al revés, hacia el origen del tiempo. "
.-Miguel Serrano.
...
Dos citas sobre el origen del ser y la vida a partir de su misma pregunta...
Heidegger, filósofo alemán del cual siempre me ha llamado la atención la rigurosidad de sus ensayos. Es capaz de referirse a algo muy general y complejo, como es la pregunta por el ser, sin olvidar mencionar cada detalle. He allí su complejidad. Sus textos son un tejido muy complejo de ideas y conceptos que conservan un orden muy estructurado, bien pensado, de una especial belleza ensayística de la filosofía. Leer a Heidegger es como caminar por un sendero nunca antes caminado, atento a las pistas que finalmente conformarán un total. Sus escritos son como un canto que ritmicamente repite la pregunta por la que se pregunta, cual tensión poética. He aprendido con el tiempo, a pesar de muchos discursos contrarios de uno que otro académico, que los textos de Martin H. son menos complejos de lo que se cree. Son pensamientos nítidos, esenciales que se comprenden desde el sentimiento.
Miguel Serrano, escritor chileno de una de las más hermosas prosas que he leido. Su obra, al fin y al cabo es una sola, toda una, unida por el viaje, el caminante, el paisaje y el despertar de lo mágino (lo inexistente que uno re-crea).
Ambos, con un mismo ideal, ambos, con estas citas que dicen algo del girar de la rueda...

El vientre inmenso


El siguiente texto corresponde a Henry Miller (1890 - 1980), mítica laica que escribió varios ensayos, dentro de los cuales está este, "El vientre inmenso", perteneciente al libro "La sabiduría del corazón".


Como dice el diccionario, el vientre es el lugar donde se engendra y cobra vida alguna cosa. En la medida en que yo puedo comprender, nunca hay nada más que vientre. Ante todo y por último, el vientre de la Naturaleza; luego, el vientre materno; y, finalmente, el vientre dentro del cual vivimos y somos, que llamamos mundo. No aceptar el mundo como un vientre es, en gran parte, causa de nuestro dolor. Creemos que la criatura no nacida vive en estado de bienaventuranza; creemos que la muerte es una liberación de los males de la vida; pero todavía nos negamos a considerar la vida en sí como una bienaventuranza y un bien. Y sin embargo, en el mundo que nos rodea, ¿acaso no se engendra y cobra vida todo? Quizá sea nada más que oír de nuestras ilusiones considerar la tumba como un refugio y los nueve meses que preceden al nacimiento como una felicidad. ¿Quién sabe algo acerca de la vida uterina o la vida del más allá? No obstante, ha prendido, y no desaparecerá jamás, la idea de que esos dos estados de inconsciencia significan ausencia de dolor y lucha, y por ende bienaventuranza. Por otra parte, sabemos por experiencia que hay personas vivas y que andan por el mundo en lo que se llama estado de felicidad. ¿Son más inconscientes que los demás o lo son menos? Creo que la mayoría de nosotros coincidiría en que son menos inconscientes. ¿En qué difieren entonces sus vidas de las del tipo corriente de hombre? A mi modo de ver, la diferencia está en su actitud ante el mundo, en el hecho importantísimo de que han aceptado el mundo como vientre y no como tumba. Pues no parecen ni lamentar lo pasado ni temer lo venidero. Viven con un estado intenso de conciencia, pero aparentemente sin miedo.
Se ha dicho que el miedo, que desempeña un papel predominante en nuestras vidas, fue en un tiempo algo vago, innominado, un eco, casi podría decirse, del instinto vital. Se ha dicho que con el avance de la civilización ese miedo innominado paulatinamente fue cristalizado en un miedo a la muerte. Y en la cumbre de la civilización ese miedo a la muerte se torna miedo a la vida, tal como ejemplifica la conducta del neurótico. Ahora bien, el miedo no tiene nada de raro: sea cual fuere la forma en que se manifiesta es algo que todos conocemos tan bien que cuando aparece un hombre que carece de él en seguida nos esclaviza. En la historia de la humanidad ha habido menos de un puñado de hombres así. Poco importa que hayan sido fuerzas del bien o del mal: el temor que suscitan es el temor que suscita el monstruo. En verdad que todos fueron monstruos, se llamarán Tamerlán, Buda, Cristo o Napoleón. Fueron figuras heroicas, y el héroe, según los mitos, siempre nace en forma sobrenatural. El héroe, en suma, es el que escapa a la conmoción del nacimiento. El héroe entonces es una suerte de monstruo inmune al dolor y al sufrimiento: está del lado de la vida. Para él el mundo es un lugar donde las cosas se engendran, cobran vida. La vida se le revela como un arte, no como una prueba. Goza de la vida reordenándola según sus propias necesidades. Quizá afirme que lo hace por los demás, pero sabemos que también es un embustero. El héroe es el hombre que se dice a sí mismo: aquí es donde suceden las cosas, no en otra parte. Obra como si el mundo fuera su casa. Semejante conducta, desde luego, provoca una confusión espantosa, pues como todos saben, la gente rara vez está en su casa, siempre está en otro lado, siempre "ausente". La vida, como se la llama, para la mayoría de nosotros es una larga postergación. Por una razón bien simple: el MIEDO. Como vemos siempre que estalla una guerra, el temor a la guerra se vence en el momento en que uno se encuentra realmente metido en ella. Si la guerra fuera en realidad tan terrible como la imagina la gente, hace tiempo que se la habría suprimido. Hacer la guerra es tan natural para los seres humanos como hacer el amor. El amor puede volver cobardes a los hombres tanto como el miedo a la guerra. Pero cuando un hombre se enamora desesperadamente, comete cualquier crimen, y no solamente se siente justificado, sino también contento. Está en el orden de las cosas. Los hombres más sabios son aquellos que hablan de la ilusión: MAYA. La ilusión es el antídoto del miedo. Cuando están en actividad, vuelven absurdamente ilógica la vida. Pero es precisamente esa dualidad paradojal de la vida la que nos mantiene, la que nos hace ir y venir alternativamente de un vientre a otro. El mundo, que no sólo es el mundo humano, es el vientre de todo, del nacimiento, de la vida y de la muerte. El hombre lucha constantemente por constituirse en parte de ese tercer vientre, omnímodo, EL MUNDO. Es el caos original, el asiento de la creación misma. Ningún hombre lo logra del todo. Es una condición del ES no conocida ni por el feto ni por el cadáver. Pero el alma la conoce, y si bien es inalcanzable, no por eso es menos verdadera. Es curioso que en nuestra lengua el verbo que expresa el ser sea intransitivo. La mayoría de las personas hallan natural que el verbo tu be (ser) sea intransitivo. Pero sabemos que hay lenguas que no hacen la distinción entre verbos intransitivos y transitivos. El espíritu de tales lenguas está más profundamente arraigado en el símbolo. Puesto que únicamente mediante el símbolo comprendemos profundamente algo, cuanto más precisa y conceptual llega a ser una lengua, más estéril se torna. Las lenguas modernas, todas ellas, reflejan más y más la muerte que está dentro de nosotros. Reflejan muy claramente el hecho de que consideramos la vida en sí como un zaguán, poco importa que desemboque en el cielo o en el infierno. Contra ese automatismo estancado fue contra lo que luchó Lawrence su vida entera; esa entrega a los instintos de muerte es lo que enfurece a un hombre como Céline. La muerte real no causa terror a los seres ordinarios, inteligentes y sensibles. La gran pesadilla es la muerte en vida.
La muerte en vida significa la interrupción de la corriente de la vida, la anticipación de un proceso natural de muerte. Es la forma alternativa de reconocer que el mundo no es en realidad más que un gran vientre, el lugar donde todo cobra vida. Todo lo que vive tiene voluntad, esto es, creatividad. La voluntad está en el verbo, el modificativo más importante de nuestra oración: los verbos son ipso facto transitivos. Sin embargo, la mente puede convertir en intransitivos los verbos, como puede anular la voluntad. Pero por naturaleza los verbos son símbolos de acción, independientemente de que la acción consista en hacer, tener, respirar o ser.




De hecho sólo hay una corriente constante de actividad, un movimiento de aproximación o apartamiento de la vida. Esa actividad continúa aún en la muerte, resultando allí a menudo la actividad más fructífera. No tenemos un verdadero lenguaje para la muerte, puesto que nada sabemos de ella, puesto que no la hemos experimentado; sólo tenemos conceptos, contrasímbolos que son expresión de la vida en forma negativa. Todo lo que realmente conocemos es devenir, cambio y transformación interminables. Las cosas se recrean constantemente. El verdadero temor, el terror verdadero, está en la idea de fijación. Es una idea viviente de la muerte.

Algunas personas nacen muertas. Algunas dan la impresión de vivir sólo a medias. Otras parecen radiantes de energía. No importa que se esté del lado de la vida o del lado de la muerte.La vida es tan maravillosa con signo menos como con signo más. El verdadero milagro es estarse quieto. Significaría convertirse en Dios, o en muerto en vida. Es la única posible escapatoria del vientre, y por eso, desde luego, la noción de Dios está tan arraigada en la conciencia humana. Dios es suma, lo cual es lo mismo que decir cesación. Dios no representa la vida, sino la realización, que es la única forma legítima de muerte.


En esta forma legítima de muerte que digo está detrás de la idea de realización, hay la más completa subordinación al instinto vital. Ésta es la idea que ha obsesionado a todos los maniáticos religiosos, la muy sensata idea de que únicamente viviendo algo hasta la plenitud puede haber un fin. Es una idea enteramente amoral, totalmente artística. Los artistas más grandes han sido los inmoralistas, es decir, los partidarios de vivirla hasta el fin. Por su puesto que inmediatamente fueron mal comprendidos por sus discípulos, por los que andan predicando en su nombre, propagando tal o cual evangelio. Esas grandes figuras estaban imbuidas de una idea: la de llevar las cosas a un fin. A todos les obsesionaba el sufrimiento. La idea de que el vientre puede ser un lugar de castigo o tortura es bastante reciente. Quiero decir con esto que tiene unos pocos miles de años. Coincide con la pérdida de la inocencia. Todas las ideas sobre el Paraíso implican la conquista del miedo. El Paraíso es siempre una condición que se merece o gana mediante la lucha. La eliminación de la lucha es la lucha mayor: la lucha por no luchar. Porque la lucha, erróneamente o no, tiene que ver con el nacimiento. Pero hubo un tiempo en que el nacimiento era fácil. Ese tiempo es ahora tanto como entonces. Para sobrepasar el dolor y el sufrimiento, para superar la lucha, hay que aprender el arte del equilibrista... Al caminar por la cuerda floja por encima de los opuestos uno llega a estar plena y agudamente consciente -peligrosamente consciente-. El estado consciente se extiende para abarcar los opuestos aparentemente conflictuales. Estar sumamente consciente, que significa aceptar la vida tal como es, elimina los terrores de la vida y mata las falsas esperanzas. Diría más bien, mata la esperanza, porque, vista desde un más allá, la esperanza se presenta más como un mal que como un bien.

No digo nada sobre ser feliz. Cuando realmente comprende uno lo que es la felicidad, se apaga uno como una luz. Toda medida para una vida mejor aquí en la tierra significa mayor sufrimiento y aflicción. Todo lo que se planea para mañana significa la destrucción de lo que ahora existe. El mejor modo es el que existe ahora en este mismo momento. Es el mejor porque es absolutamente justo -lo cual no quiere decir que tenga nada que ver con la justicia-. Si deseáramos algo mejor o peor-, no tenemos más que exigirlo y bien que lo tendremos. El mundo es un sueño que se va cumpliendo de un momento a otro, y sólo el hombre está profundamente dormido en medio de su creación. Nacimiento y renacimiento, y los monstruos son una parte de la creación tanto como los ángeles. El mundo se torna interesante y habitable sólo cuando lo aceptamos in toto con los ojos del todo abiertos, sólo cuando lo vivimos hasta el fin como vive hasta el fin el feto su vida uterina. A propósito, ¿alguien ha oído hablar alguna vez de un feto "inmoral"? ¿O de un cadáver "cobarde"? ¿Puede alguien decir si los habitantes de los bosques de Australia llevan una vida acertada, una buena vida? Y las flores ¿acaso contribuyen al progreso y la invención? Son estas pequeñas preguntas las que a menudo perturban a los filósofos. Sabotaje intelectual. Pero de vez en cuando está bien hacer preguntas a las cuales no se puede responder: hace más vivible la vida.


Recuerdo una frase que me perseguía cuando era más joven: "el hombre camino del orden". No sabía lo que quería decir exactamente, pero me fascinaba. Creía. Hoy, aunque confieso con franqueza que no sé lo que significa esa frase, creo más que nunca. Creo en todo, bueno y malo. Creo más y menos de lo que es verdad. Creo más allá de todo el volumen del pensar humano. Creo en todo. Creo en una vida colectiva y también en la vida individual. Creo en la vida del mundo, del útero que es. Creo en las contradicciones de la vida uterina de este mundo. Creo en tener dinero y también creo en no tenerlo. Y crea o no, actúo siempre. Actúo primero y averiguo después. Porque nada me parece más cierto que todo lo existente existe por un fiat. Si algo es el mundo, es un acto. El mundo no es pensamiento, pero bien puede ser un acto de pensamiento. Quienes actúan, originan reacciones, como decimos. En las agonías del alumbramiento la madre sólo reacciona: el que actúa es el feto. Y viva o muera la madre, para el feto es lo mismo. Para un feto lo importante es el nacimiento.
De modo similar, para el hombre lo importante es nacer, nacer al mundo, al mundo -tal-como-es, no a un mundo imaginario, anhelado, no a un mundo mejor, más feliz, sino a éste, el único mundo, el mundo de AHORA. Hoy hay muchas personas que imaginan que la forma de hacerlo es pagar a otro para que les permita tenderse sobre un sofá y les escuche el relato de sus penas. Otros también creen que las parteras que desempeñan esa tarea deberían pagar ellas mismas para volver a nacer.


Siempre hay Redentores, y de algún modo a los Redentores siempre se las dan por la cabeza. Nadie ha descubierto todavía cómo salvar a quienes se niegan a salvarse a sí mismos. Y además -una pequeña pregunta uterina-, ¿queremos realmente que nos salven? Si así fuera, ¿para que, por qué, qué hay que salvar?


Vemos cómo los bancos gastan el dinero que ahorramos para ellos; vemos cómo los gobiernos gastan los impuestos que nos obligan a pagar a fin de "protegernos", dicen ellos...¿No sabemos que Dios nos está dando constantemente su amor ilimitado? En los lugares más altos se da y gasta muchísimo. ¿Por qué entonces no nos damos a nosotros mismos, con derroche, con abundancia, completamente? Si comprendiéramos que somos parte del proceso interminable, que no podemos perder ni ganar nada, sino vivir hasta el fin, ¿nos comportaríamos como lo hacemos? Imagino el hombre del año 5000 de nuestra era abriendo la puerta de su casa y saliendo a un mundo infinitamente mejor que éste; también puedo imaginarlo saliendo a un mundo infinitamente peor que el nuestro. Pero en el fondo de mi corazón creo para él, Mr. John Doe en persona, será exactamente el mismo mundo que éste que ahora habitamos. La fauna y la flora quizá sean diferentes, el clima podrá ser diferente, las ideologías podrán ser diferentes, Dios podrá ser diferente, pero John Doe mismo será diferente y, por lo tanto, todo será lo mismo. Me siento tan cerca del John Doe del año 5000 de nuestra era como del John Doe del año 5000 antes de Cristo. Sería incapaz de elegir entre los dos. Cada uno tiene su propio mundo al cual pertenece. Quien no comprenda lo maravilloso que es el mundo, tant pis para él. El mundo es el mundo, y al mundo le interesa más su propio nacimiento y muerte que la opinión que Mr. John Doe pueda tener sobre él.


La mayor parte de los trabajadores activos del mundo contemporáneo consideran nuestra vida sobre la tierra como un Purgatorio o un Infierno. Sudan y luchan por convertirla en un Cielo para el hombre del futuro. O si se niegan a formulárselo a sí mismos de este modo, dicen pules que es para hacerse un Cielo para ellos mismos, un poco más adelante. El tiempo pasa. Planes quinquenales. Planes para diez años. (Dinosaurios, dinastías, dínamos.) Entretanto se carian los dientes, viene el reumatismo, luego la muerte. Pero nunca el Cielo. De algún modo, el cielo siempre está en lontananza, siempre allí la vuelta. Mañana, mañana, mañana... (*)
...
Notas:
D. Lawrence es un escritor inglés que hizo obra en relación a la sensibilidad ante lo mítico, el erotismo sacro y la simbólica misión del artista.
La imagen, corresponde a una fotografía tomada a La Nebulosa Eta Carina (o Gran Nebulosa Carina) es una enorme nebulosa difusa, mucho más grande que la famosa Nebulosa de Orión. En la foto, nubes frías y calientes. Quilla o Carina, es una constelación del hemisferio sur situada entre las de la Vela, la Popa, el Pez Volador y el Camaleón. Junto con las dos primeras formaba la antigua constelación de Argos. La Vía Láctea atraviesa esta constelación, cuya estrella principal, Alpha Carinae o Canopus, es la más brillante del cielo después de Sirio.
La relación que hago entre una nebulosa y un vientre, es que en ambos se engendra vida, hijos, estrellas, y además, se muestran de una forma bastante similar: acuosas, como placentas flotando en un líquido primario.