25 de mayo de 2010

Un soplo...

Entre soles
entre lunas
entre nubes
entre mi
entre tu


***

¿a dónde sopla el viento?
mi voz rebota entre muros de ecos


***

mostrando la hilacha
enredo
golpéo
corto
me hago lluvia

tu mano de hoguera
tira el cordón

voy pariendo la ira
la ilusión
la pereza


***


tu mano
siempre ha estado aquí
haciendo de mi una flor
haciendo de mi una abeja
haciéndome yo, 
tu maravilla
tu girasol
tu caléndula.

...

Sonrío
en una tierra
carente
de compost


***

Algo se vislumbra 
entre tantas cosas:

una comprensión de lo distante
que persevera
una compresión adentro
que cala el latido
trastoca el ritmo
para volver a reconocernos.


***

C a n t a r     e n     n u e s t r o s     s e g u n d o s
p a r a     r i t m a r 
e l     e s p a c i o  
e n t r e 
t u     n a r i z     y     l a     m í a 


20 de mayo de 2010

Un mes, un paso







Dónde estás, 
dónde estoy.


Ayúdame a entender esta ira.


Ira colérica.


Ira amarilla
ira roja
ira violeta


Tristeza azul


Amargura negra


¿Qué es este egoísmo?


Soledad y abismo


Dónde estás.
Dónde estoy.




***




Estoy más pequeña que nunca.
Dentro de tus ojos, Platero.




***




Tanta vida bulle de mi que te lloro viviendo.
Tanta vida bulle de mi que te lloro hacia adentro.


Vivir la vida, abuela, vivir la vida.




***




La tristeza se oculta,
flectada como un feto.


Se enrosca la columna
en busca de lo desconocido:
hondura hacia uno mismo.


Cada intuición, un destello.




***




Nariz con nariz


***




La caída despierta la memoria.
Los gusanos en la lana despiertan la memoria.
La muerte de mi abuela despierta la memoria.
La fragilidad de los tomates despiertan la memoria.




***




Del cuerpo muerto
emergen los gusanos.
Gusanos en la lana,
gusanos en mi abuela.




***




Quiero comerte abuela, degustar la muerte de ti,
porque a través de ti es la madre.


A través de mi es la madre, reconociéndote en mi, 
pero tan pequeña aún, tan pequeña es,
esa madre en mi.


Quiero comerte abuela, en una cena familiar,
en un gesto silencioso, 
en un banquete de lenguas ebrias.


Quiero comerte abuela, degustar la muerte de ti,
porque a través de ti es la madre:


La Madre es la cura, 
la fortaleza,
la tierra y la luna.


La hierba es la luna,
la sopa, la agüita.


Un baile para que crezca, un canto para que brote este calor.
Un baile para que muera, y me quite el frío de tu ausencia.






***






Me tejo 
un capullo púrpura en las noches 
para llorar,
al cuerpo y su tiempo.


Me tejo
un sol cada mañana
para hacer ver mi rostro, mis manos y piernas,
para reconocerme a mi misma.




***




Lloro, 
por la muerte de mi abuela, 
por la muerte de mi misma, 


por la sinceridad, la desnudez de estos pasos, 
la fragilidad y la pequeñez de mi latido.




***


Nuestros recuerdos estallan.


Y tu, 
reposas como neblina,
cayendo en rocío hacia nosotros,
jugando como el claro del sol.


La vida - me dices- La Vida!