21 de julio de 2009

Te obsequio




A Alejandra Natalia



Te obsequio mi silencio,
Que es grito y secreto.

Te devuelvo tu distancia
Sin lengua y sin mirada.

Te has cortado la lengua,
Y te han bebido el silencio.
Ha desaparecido, el oír de tus oídos.

Mi lengua, tararea el tiempo,
Canta, se calla y también grita
También en silencio.

Tu lengua
Se tumba en el piso,
Quiere anidar aplastada como chicle bajo tu chapín.
Tu boca, hace ruidos:
Hermosos balbuceos de niña,
Hermosas conjeturaciones, ¡dignas!,
De un digno individuo.

Mi silencio se vuelve doloroso
Porque mi concebir me prodiga la mirada,
Me fuga los ojos y me hace fallecer,
Cansada de tus ruidos,
De tu silencio sin mirada,
De tu encarnado vacío.

Hablas muy conveniente,
Hablas, como todo un individuo,
Individualmente,
Y entre nosotras
Se suspende este silencio,
Una cerveza-testigo
De mi desconfianza y tu cinismo.

Me recupero con el frío,
Me recupero
De éste saludo alzado que vela lo enfermizo,
Y me doy cuenta, que nuestro tiempo es frágil,
Que tu ruta es la de un individuo digno
Que caminará dignamente,
Que mi ruta,
Es de un dividuo
Que camina errantemente.

Me recupera un parpadeo
Y comienzo a aceptar que tus ojos
Ya no son los mismos.
Hoy, me parecen más cínicos,
Violentos y cansados.
Los míos, también se ven cansados,
Mas no obstante, desnudos,
Errantes de no pretender,
Errantes por la voluntad de configurar
Este tejido invisible
En nuestra mudez al decir: “¡salud!”.

Me recupero,
Y la red que construí
En tu sin pupila eyectada,
La extendí, para traer lo que me has dado
Para afectarme a mi misma en la belleza
Que ciertas veces me grabaste
Porque te antojaba ampararme.

Gracias.

Lo sé,
Ya no dirás nada, te arrojas
Deslenguada, sin mirada.

Me suspendo yo, en un roce,
En mi recóndito grito,
En mi íntimo silencio
Que hoy bordea
A aquellos que oyen la voz de la afonía
Pero no los ruidos,
A aquellos que andan
Sin un chicle de lengua pegado al pie,
Sino que con una piedra de tanto en tanto.

A aquellos, que entran por las puertas
Con los ojos abiertos,
Corriendo confiados por el llano
Como a ojos cerrados.

Vete ya sonriendo, vete ya jubilosa por tus certezas,
Alegre a la confirmación,
De que yaces, como un digno individuo.




*   *   *




¡Qué pena siento!
¡Qué derrota tengo en mí!


Un luto comienza a albergar mi corazón
Y en este silencio de tarde,
Mis ojos se resecan sin llorar.



***


La ciudad está bloqueada,
repleta de todo, excepto de ti y de mi.
No sé dónde ir para llorarte...
pero no me preocupo
porque mi cuerpo hallará su gesto,
halará su recogimiento.


Él sabrá que hacer con este desamparo,
él sabrá que hacer con este cariño no dado...


Derrotada, me dejo llevar por mi angustia sin censura, 
y me ubico empequeñecida, en una esquina
mirando hacia adentro,
hacia el vértice que desprende las líneas infinitas
que no dejan de chocar en mi. 


Lloro y me vacío, 
me desangro de lágrimas que no van a lugar alguno.
Se quedan mojándome, se quedan cubriéndome de caminos salados,
se quedan en mi,
provocando temblor y frío, 
agitándome, lavándome...


Entonces alzo la vista y el lugar se me aparece: 
soy yo, y este cielo estrellado. 


¡Esta inmensidad es mi lugar!
Esta claridad en mi, 
este es mi pequeño lugar. 


...

He hecho ya mi despedida.
Hoy, hay eclipse de Luna, mañana, Luna Nueva.



...


Se queda en mi
una gota de rocío.







16 de julio de 2009

Con-sidera

“La gente cree que la alimentación consiste en que el hombre come las sustancias de su alrededor, que las mete en su boca y luego llegan al estómago; que se “deposita” una parte y otra parte se va; luego la parte que se ha depositado es consumida y por tanto también se va, y que luego ésta es reemplazada nuevamente. Actualmente imaginamos la alimentación de una forma totalmente superficial. (…) Estas cosas debieran ser consideradas a fondo. Por no hacerlo hoy día tenemos esta separación entre teoría y práctica. La práctica actual está vacía de espíritu, es una mera rutina. Pero aquello que viene realmente del espíritu, no es impráctico sino que se torna eminentemente práctico.”

.- Rudolf Steiner.

EL PAN

Cierta vez Juanito oyó decir a su padre que el pan salía de la tierra, y que la tierra daba al hombre lo que se le pidiera. Todo era cuestión de un poco de trabajo y de tiempo.

Muy entusiasmado, Juanito se lo contó a otros niños, y todos se pusieron a cavar la tierra en el jardín para sacar pan. Al cabo de un rato lograron abrir un hoyo bastante hondo; pero del hoyo no salía más que tierra y algunas piedras, y nunca se veía el pan. Entonces los niños dijeron a Juanito que era un mentiroso. Juanito se puso muy triste y fue a decirle a su mamá lo que pasaba. Ella, entonces, lo tomó de la mano y lo llevó donde estaban sus amigos.

Al llegar, la mamá les dijo: “El pan no sale de un hoyo, sino de la tierra. En la tierra se siembra el trigo: después el molinero muele el trigo y lo convierte en harina y hace un amasa. Esta masa la corta en pedazos pequeños y la coloca en el horno para cocerla, y después de un rato, sale convertida en pan. Ahora saben ustedes –continuó diciendo la mamá- que para hacer harina se necesita trigo, y para que haya trigo se necesita tierra. Sin tierra y sin trabajo no puede haber pan”

.- Adrian Dufflocq Galdames.

10 de julio de 2009

Interior

Interior
tinta china y acuarela sobre cartulina
15 x 25 cm. app.
julio 2009
En el cotidiano me hallo,
en el cotidiano diáfano pulula mi canto.
...
Bondadosa el agua fluye
continúa recordando, continúa sucediendo,
sigue siendo, sigue estando.
...
Agua en la montaña: es hora de cultivar.
Un trueno en las profundidades de la tierra: es hora de retornar.
...
No voy. Me vengo, me devuelvo, me retiro.
Retorno a reposar a tu peldaño,
al calor de este cerro.
Sigo el camino.
Me vengo por el surco que fecundan mis pasos.
Me cierro como el tiempo, me abro como la tierra.

9 de julio de 2009

Nuestro juego, Antonio...

A Antonio.
Tía Carolina
tinta china sobre cartulina
15 x 25 cm. app.
julio 2009
Dibujo de Antonio
Nuestro juego
lápiz de cera sobre cartulina
25 x 15 cm. app.
julio 2009
Nuestro juego, Antonio,
es el del sonido, la forma fonética de la palabra,
su grafía cantora, el sin sentido de un signo.
Nuestro juego es
un antojo de sonrisa y balbucéo, de un
re-conocernos libremente,
tu con tu pene y yo con mis tetash,
tu en tus caravanas y yo entre mis redes.
Tu juego
nos ha trabalenguado.
¡Tan simple es como dibujas un círculo y lo deshaces!

Apertura

A Juan Mastrantonio
Apertura
lápiz de cera sobre cartulina
15 x 25 cm. app.
julio 2009
Bajo el umbral de mi ojo
escucho una resonancia,
una canción
que se alza
como un trazo.
Quizás
soy el eco
del roce de lo distante,
un algo que late
bajo tierra,
un alguien navegando
en el útero de mi madre.
Soy eco y lugar.
Una escultura: presencia y vacío.
Un nombre
que se abre en partituras.

Anna Trinidad

Anna Trinidad, la oveja
tinta china y acuarela sobre cartulina
20 x 10 cm. app.
junio 2009

Tu siesta conmigo

Tu siesta
Acuarela y tinta china sobre cartulina
10 x 20 cm.
junio 2009
Me quedo en nuestro tiempo de lluvia,
en nuestro silencio sin tiempo.
A veces, tengo la impresión de que por mi garganta,
a través del intento de mi lengua
tu voz pasa queriendo nombrarme y,
aparecemos
y desaparecemos
en un viaje hacia el interior de tu sangre,
tus fluidos humanos...
¡Cualquier viaje -me dices-, y allí voy!
en el aquí contigo
hasta habitar lo que no se llama,
hasta no sé dónde
pero contigo, pero conmigo,
y con nosotros dos, y con nosotros uno,
algo así como con-fundidos
en una claridad
bajo la lluvia.

4 de julio de 2009

Autorretrato imaginado: como despertando de la ilusión de mi misma.

Autorretrato imaginario
Tinta china, acrílico y lápiz pastel sobre hilado 9
39 x 55 cm.
Junio del 2009
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