* * *
¡Qué pena siento!
¡Qué derrota tengo en mí!
Un luto comienza a albergar mi corazón
Y en este silencio de tarde,
Mis ojos se resecan sin llorar.
***
La ciudad está bloqueada,
repleta de todo, excepto de ti y de mi.
No sé dónde ir para llorarte...
pero no me preocupo
porque mi cuerpo hallará su gesto,
halará su recogimiento.
Él sabrá que hacer con este desamparo,
él sabrá que hacer con este cariño no dado...
Derrotada, me dejo llevar por mi angustia sin censura,
y me ubico empequeñecida, en una esquina
mirando hacia adentro,
hacia el vértice que desprende las líneas infinitas
que no dejan de chocar en mi.
Lloro y me vacío,
me desangro de lágrimas que no van a lugar alguno.
Se quedan mojándome, se quedan cubriéndome de caminos salados,
se quedan en mi,
provocando temblor y frío,
agitándome, lavándome...
Entonces alzo la vista y el lugar se me aparece:
soy yo, y este cielo estrellado.
¡Esta inmensidad es mi lugar!
Esta claridad en mi,
este es mi pequeño lugar.
...
He hecho ya mi despedida.
Hoy, hay eclipse de Luna, mañana, Luna Nueva.
...
Se queda en mi
una gota de rocío.