A Francisca Mulatero, La Panchurri.
Que de la teoría y la poesía herótica
pasó al lenguaje mágico y silencioso de sus manos.
Tu sabes que son para ti...
Te los regalo todos.
Siento que tus manos dirán lo que tu boca no quiere.
Ese es el verdadero coraje... el que parece tonto, sumiso, callado,
el que anda escondido tomándote los pies.
Loquilla, te fuiste al Bellas Artes y renunciaste a la palabrería,
al esfuerzo mental tan inútil a veces.
No dejes que te callen las manos.
Celebro tu lenguaje... este que escojiste.
Todos estos dibujos tienen mi trazo... dejame obsequiártelos.
Déjame lanzar challa en tu fiesta silenciosa, inflar globos
y apludir sin sentido alguno. Déjame en un abrazo darte todo esto...
...en un abrazo a la distancia, en una llamada telefónica imprudente a las 1 de la mañana.